Aduts i TEA

A lo largo de la historia, el diagnóstico de autismo ha ido bastante ligado a la etapa infantil y se han hecho muchos esfuerzos en el diagnóstico precoz y en la atención temprana, pero todavía está por desarrollar una atención integral que contemple todas las etapas de la vida de la persona con autismo.

Estos niños diagnosticados con autismo van creciendo y envejeciendo, pero, a menudo, la importancia que se le daba a las necesidades específicas se van diluyendo y se tratan de forma genérica en los centros de trabajo específico o en los hogares, residencias… Frecuentemente, los profesionales que los atienen no tienen una formación específica en TEA y se sienten perdidos y abrumados por sus conductas y manifestaciones.

El TEA en Adultos

Las necesidades TEA se mantienen a lo largo de la vida, la hiper o hiposensibilidad, la necesidad de rutinas y estructura, los intereses restringidos, las dificultades de comunicación e interacción… Se requiere adaptar el entorno adulto a estas especificidades para garantizar una vida de calidad.

Por otro lado, muchos adultos no diagnosticados en la infancia, pero con dificultades arrastradas a lo largo de la vida, empiezan a plantearse la posibilidad de tener un diagnóstico de TEA, esta pregunta a veces llega de la mano del diagnóstico de un hijo. Pueden ver paralelismos entre aquello qué le pasa al hijo y aquello que les pasa a ellos o ellas.

A menudo son personas con recursos personales suficientes, que han conseguido con mucho de esfuerzo una vida bastante “estándar”: estudios, trabajo, familia, hijos… Pero que llevan un gran estrés por el esfuerzo al encajar y hacer las cosas como se espera que las hagan.

Hacen falta más esfuerzos para diagnosticar el TEA en mujeres

Todo esto, todavía se dificulta más en el caso de las mujeres, las cuales están infradiagnosticadas, tanto en la vida adulta como en la infancia, puesto que las manifestaciones clínicas son diferentes, con una comunicación e interacción social mucho más adecuada. Con frecuencia, las mujeres se encajan en otras categorías diagnósticas como trastornos límites de personalidad, ansiedad, depresión, bipolaridad… Pueden estar sometidas a medicaciones psiquiátricas que disminuyen sus capacidades cognitivas y su calidad de vida.

El equipo de Carrilet consciente de estas carencias, tanto en los adultos y especialmente en el caso de las mujeres, organizó un curso sobre el TEA en adultos para compartir los conocimientos adquiridos y la experiencia de nuestras profesionales. Con el objetivo de hacer una reflexión sobre las diferentes manifestaciones de la sintomatología TEA en la edad adulta, en las mujeres, en las niñas, en la primera infancia, en la adolescencia… y construir una mirada más abierta, que acompañe las diferentes necesidades que aparecerán a lo largo del ciclo vital de las personas que tienen un diagnóstico, sea del nivel que sea de TEA.